En marzo de 2007, la compañía i4i demandó a Microsoft por una infracción sobre su patente de 1998 “sistema de documento que elimina la necesidad de insertar manualmente códigos de formato”.
XML es “lenguaje de descripción de páginas”, y permite crear etiquetas de formato para mostrar y editar documentos, por lo que el juez ha decidido que Word 2003 y 2007 infringen esa patente, y condena a Microsoft a pagar 200 millones de dólares en compensación, no venderlos, y a otros 77 millones por otros conceptos.
Esto no es más que otra demostración de que las patentes de software son estúpidas, y que donde las dan las toman. Microsoft siempre ha defendido las patentes de software, y ahora ve como una compañía patenta algo que ya existía (el primer borrador de trabajo de XML es de noviembre de 1996) y utiliza una corte de abogados para ganar pasta fácil. Los de Redmond, por descontado, recurrirán la sentencia.
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